Desnudo es una canción que siempre
quisimos aunque nunca nos quedara del todo bien. La quisimos, creo, porque la
compusimos entre todos: Óscar, Fáber, Juan y yo, aunque la idea original y gran
parte de la letra fuera de Óscar. Lo recuerdo bien: un viernes en la tarde, en
mi casa, en una corta temporada en la que tuvimos que ensayar en Laureles. Solo
que, en vivo, la voz se perdía entre tanta distorsión de las guitarras, y en el
estudio las guitarras nunca quedaron como queríamos: redondas, potentes, un
poco Deftones. Lo intentamos varias veces, y no. La voz tampoco lograba ese
nivel de presencia que necesitábamos. Así que la tocábamos una vez y la
olvidábamos un año, en una relación de amor y desconsuelo que ni siquiera ahora
superamos. Porque sigue siendo así: interesante, noventera, guitarruda, pero no
tanto como quisiéramos ni tan clara como debiera. Es posible que Desnudo sea la
muestra más evidente de nuestras influencias, de los años que por fortuna nos
tocó vivir. Y al mismo tiempo, una de las canciones que no logra hacer honor a
lo que soñábamos. Son las contradicciones con las que hay que cargar.
El video me temo que tampoco ayuda.
Grabado con el celular, editado con cuanto efecto se nos ocurriera. Y sin
embargo, con todo en la contra, la seguimos queriendo. Desnudo, Silencio,
Noche… son el lado A de lo que fue esta banda.
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