domingo, 15 de marzo de 2009

B side: Fiesta en el temor (El Pez)

Al fondo del bar estaba Caballero con una copa de aguardiente en la mano. De no ser por ella y por La Mona, que atendía en la barra, todo El Guanábano hubiese estado vacío. Qué te pasa, Caballero, le pregunté al verla tan silenciosa. Es la ciudad, me dijo, no creí que fuera afectarme tanto lo que está pasando, pero tengo miedo. Me duele pensar que pueda morir porque a algún pendejito armado le dio la gana, o que mi muerte sea como una especie de daño colateral de la guerra.
Caballero hablaba en serio. Estaba triste. Hay personas a las que un pasquín intimidatorio puede afectarlas profundamente. Sembrar el miedo no es difícil en un país acostumbrado a la violencia.
Salí del bar pensando en ella, pensando en el temor de muchos; en mi mamá que últimamente anda llamando todo el tiempo para saber dónde estoy; en los taxistas que hablan de muertos y balaceras; en Castilla que ha estado caliente en estos días; en el chico muerto a balazos en la universidad; en las hipótesis de los políticos; en el optimismo de los coroneles; en la relación que todo esto –muerte, intimidación, miedo- puede tener con la tal asamblea (fiesta) del BID. Y pensé en esta canción, Fiesta en el temor, que lamentablemente logra ser banda sonora para la Medellín de estos días.
La hace El Pez, uno de esos grupos de rock ya desaparecidos y que, al lado de Bajotierra y Los Árboles, fue particularmente creativo. Hace parte de Disco3, un álbum que se quedó inédito pero del cual pueden escuchar varios cortes en Last.fm o en el Facebook de la banda. Puede que la melodía sea alegre, pero lo que dice es bastante triste: la confirmación de que hay quienes celebran y se hacen ricos con el hambre y el miedo de otros. “Eso no lo dicen en la televisión”.

lunes, 9 de marzo de 2009

Pequeña revelación

Y llega el momento en que esos chicos que ves cada ocho días para hacer música terminan por ser tus amigos. Quizás tus únicos amigos. Y comienzas a ir a sus casas aunque no haya ensayo y te vuelves padrino de sus hijos y visitas a sus esposas si están enfermas en un hospital. No importa ya hasta dónde lleguen como banda de rock, incluso si al final los espera el fracaso con una risita de burócrata endiablado. Con la amistad, ya es mucho lo que han ganado.

domingo, 1 de marzo de 2009

B side: El viaje del miedo (Catupecu Machu)

Existen varias razones por las cuales me gusta esta canción. Una de ellas es porque su bajo tiene –digámoslo así- personalidad. No es un bajo que se limita a doblar el bombo: es un bajo que aporta, que tiene fuerza, que busca salidas. Otra razón sería la música en sí. Si bien la canción tiene un coro fácil de recordar, no entra en la onda pop; es demasiado acústica para parecer hardcore y hasta el rock a secas no la define muy bien. Así que digamos simplemente que es una canción rara y aún así recordable. Eso es bueno.
Por último –para no alargarme en este comentario- las voces están muy bien dobladas, una característica muy propia de los Catupecu Machu, esta banda argentina que se define como “Hardcore funky con el espíritu del primer Sumo, realizado por los fans de Luis Alberto Spinetta y Soda Stereo".
Si bien no todo lo que ha producido esta banda me gusta -Cuadros dentro de cuadros me parece un álbum decepcionante-, la banda en general tiene canciones muy buenas, como A veces vuelvo y El Sueño. Es una agrupación sorpresiva, musicalmente cuidadosa y de un estilo que no se encasilla. En vivo, dicen los que la han visto, son geniales. Así que no sobra que les echen un ojito encima. Capaz que les termina gustando.